Tendencias en el mercado de placer en EEUU

El mercado de placer en EEUU alcanzó en 2017 los $39.000 millones y se pronostica que tendrá un valor de $123.000 millones en 2026 a medida que la industria gane más aceptación y disponibilidad. Un dinamizador de esta industria es el empoderamiento de las mujeres en relación con sus vidas sexuales, y otro es que los temas de sexualidad dejan de ser un tabú y pasan a la esfera del bienestar.

Este contexto brinda oportunidades para marcas que buscan ingresar en este segmento, pero aquellas que lo hagan deberán tener en cuenta los cambios de actitudes y valores (mayor apertura) en torno al bienestar sexual. Esto requiere que las empresas cambien la forma en que se acercan a vender este tipo de productos, por ejemplo, inclinarse hacia una narrativa y mensajes que hagan que las mujeres se sientan empoderadas y controlen su experiencia.

Se espera que la próxima ola de marcas de placer sexual cree productos y establezca estrategias de comunicación que prioricen la inclusión a través de la identidad de género, la capacidad física, la raza, los antecedentes socioeconómicos y la edad. Además los consumidores de estos productos esperarán que sus experiencias sexuales se alineen con sus valores, por ejemplo, se espera que aceites esenciales, lociones lubricantes, condones, estimuladores e incluso lencería, estén libres de toxinas, producidos éticamente y sean lo más ecológicos posible.

Fuente: WGSN, Fecha: 22 de octubre de 2019

Implicaciones para Costa Rica

El mercado del placer ha mostrado crecimiento y sofisticación en los últimos años como resultado de los cambios en temas como participación de la mujer, la inclusividad e incluso mayor conciencia ambiental.

De este modo, es importante que los exportadores costarricenses que ofrecen productos vinculados con esta industria se mantengan alerta sobre las nuevas tendencias con prácticas como crear narrativas sobre el sexo que prioricen la intimidad emocional y la conexión entre parejas, tratar el sexo como una herramienta de bienestar, ofreciendo productos más accesibles para todo tipo de consumidores, considerando la educación y el activismo como herramientas para generar conciencia y comprensión. De igual forma, se recomienda reconsiderar la estética del diseño para crear productos que las personas estarían orgullosas de usar y exhibir.