Comercio post-COVID19 será un híbrido entre lo digital y lo presencial con distancia

Ya antes del confinamiento la sociedad estaba preparada para realizar sus compras por internet. El 97% de los internautas realizaba búsquedas de información sobre precios, características y opiniones de los productos, y un 36% compraba online. El canal de venta electrónico elimina la necesidad de intermediarios y permite identificar nichos de mercado y las necesidades de los consumidores. No obstante, la venta online no es fácil: las empresas deben tener sus procesos muy automatizados e integrados con la logística para que los pedidos se entreguen en los plazos acordados, y los clientes cuenten con un sistema de devoluciones rápido y sencillo.

A medida que se vuelva a la nueva normalidad, los consumidores irán recuperando confianza y retomando sus hábitos de consumo, aunque ahora con mayor contención del gasto debido al impacto económico de la pandemia. Los puntos de venta físicos y el comercio tradicional seguirán existiendo ya que la cultura de ocio está muy relacionada con “salir de compras”. Eso sí, la tienda física deberá ser capaz de garantizar la protección de los clientes. De esta forma, el comercio del futuro será un híbrido entre lo digital y lo presencial. El consumidor dará cada vez más importancia a la experiencia, aunque habrá menos contacto con el producto y la transacción se hará por medios digitales.

En el ámbito digital se verán experiencias cada vez más inmersivas, que aprovecharán la realidad aumentada (RA) para mostrar cómo se verá una lámpara en la casa del consumidor o un nuevo color de lápiz labial sobre su tono de piel. La experiencia en tienda puede ser un gran aliado para la venta, si se crean atmósferas que inviten a estar y disfrutar, integrando la tecnología para asegurar el distanciamiento social, probar el producto sin contacto físico, medir la temperatura o controlar aforo, entre otros aspectos.

Fuente: World Economic Forum                      Fecha: 11-junio-2020

Implicaciones para Costa Rica

El regreso a la nueva normalidad plantea nuevos retos a las empresas principalmente por el cambio de su estrategia de ventas offline a online. El COVID19 ha provocado que las compañías que no cuenten con un canal digital hayan tenido las mayores pérdidas por la falta de ventas físicas. De allí que se hace necesario que las empresas costarricenses en sus estrategias comerciales puedan incorporar un enfoque combinado digital-presencial, procurando el cumplimiento de las medidas sanitarias establecidas.

Debido a lo anterior, y a las tendencias que se están desarrollando actualmente a nivel global en cuanto a la relevancia del mercadeo digital y consumo post-COVID19.  Para las empresas exportadoras nacionales es de suma importancia no solo buscar la forma de emplearlas, sino además de desarrollar y mejorar su presencia en línea mediante sitios web, perfiles en redes sociales y la incorporación de plataformas de venta mediante comercio electrónico, en los casos que sea factible, para buscar aumentar sus ventas tanto a nivel local como internacional por medio de una interacción más directa y permanente con los consumidores.