Tendencias de consumo de mariscos en España

Publicado por Procomer en 12 diciembre 2016

España es el segundo mayor consumidor de productos pesqueros de Europa, con 27 kilos por habitante al año, por encima de la media europea que corresponde a 15 kilos, con una tendencia al alza.

El pescado fresco es el de mayor consumo doméstico con un 45%, seguido de los moluscos y crustáceos con 27%, conservas de pescado y de moluscos con 17% y pescado congelado con 11%. Mientras que en el canal HORECA (hoteles, restaurantes y catering service), el consumo de pescado congelado representa un 53%, el fresco un 29%, los moluscos y crustáceos un 10% y las conservas de pescado un 8%.

El canal HORECA está dividido en restaurantes independientes con una participación del 48%, seguido por bares y cafeterías (33%), hoteles (17%) y catering service (2%).

Respecto a los canales de distribución los supermercados son los que tienen mayor acceso al consumidor final, los principales son Carrefour, Lidl, El Corte Inglés, Eroski, Alcampo, entre otros.

De acuerdo a datos arrojados por MAGRAMA (Ministerio Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente), los hogares sin niños son los que tienen un mayor consumo de pescado congelado con 3,8 kilos per cápita al año, seguidos de hogares con niños de 6 a 15 años de edad con 2,4 kilos per cápita al año y hogares con niños menores de 6 años con 2,2 kilos per cápita al año.

Fuente: Proecuador Fecha: diciembre-2016

Implicaciones para Costa Rica

A octubre 2016 las exportaciones costarricenses de productos del mar superaron los $71 millones, los principales mercados destino fueron Estados Unidos (81%), Alemania (10%), Hong Kong (4%) y España (1%).

España posee participación en nuestros envíos de productos del mar, específicamente para camarones, sin embargo, la tendencia que presentan los consumidores por pescado fresco, congelado y en conserva podrían representar una potencial oportunidad para los exportadores costarricenses de ampliar la oferta de productos, para lo cual se debe considerar las exigencias del mercado y la obtención de certificaciones que respalden la calidad del producto.

Además, se debe tener presente que, para la exportación de productos pesqueros, y en general de origen animal, los empresarios deben ser autorizados, tanto por el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), como por las autoridades sanitarias del país de destino.