Revolución digital transforma al sector agrícola

La agricultura es una de las principales actividades en Latinoamérica. De hecho, según datos de la plataforma regional LEDS LAC, la región tiene más de 500 millones de hectáreas cultivables de los 1.995 millones que existen. Pero para impulsar el crecimiento de este sector, la transformación digital se vuelve clave dado que permite mejorar el proceso de producción y distribución de alimentos. La realidad es que, según datos de la ONU, para 2050 la producción de alimentos tendrá que aumentar alrededor de un 70% para sustentar a una población en crecimiento constante; en un mundo que actualmente desperdicia 300 millones de toneladas de alimentos.

La transformación digital contribuye a actualizar y mejorar la forma en que se trabaja en el campo. Uno de los mayores desafíos de agricultores hoy en día es cultivar, producir y entregar sus productos de forma eficiente, de buena calidad y rápidamente. Hoy, se estima que 50% de los productos de agriculturas nunca llegan a los consumidores por desperdicio y altos precios.

La combinación de la nube con Internet de las Cosas (IoT) y Big Data proporcionará un gran potencial en la planificación, supervisión y desarrollo de soluciones que optimizan la eficiencia de los agricultores y hacen llegar más rápidamente los productos a sus destinos final. Por ejemplo, hoy se puede optimizar el tiempo y trabajo al contar con soluciones para monitorear la maquinaria, la ganadería y la vigilancia de los cultivos. Y el impacto de la transformación digital también puede alcanzar otras actividades como la pesca y la ganadería aportando soluciones inteligentes para la cría de animales así como los sistemas de seguimiento de ganado y la alerta general de muerte animal.

La gestión de datos es crítica y la transformación digital implica que todos los nuevos detectores, como sensores de campo, drones y maquinaria estén conectados, haciendo del análisis de la información como parte de las herramientas para la agroindustria. Hoy ya somos capaces de medir remotamente las condiciones del suelo para determinar con exactitud el momento de irrigar campos de uva y asegurar que reciba la cantidad correcta de agua que la materia prima necesita para la producción de cada tipo de vino. Toda esta operación actualmente sucede sin intervención humana y es fruto del análisis de datos automáticos por software y su integración con la robótica y los dispositivos conectados. 

La innovación tecnológica permite incrementar el rendimiento del cultivo, mejorar los métodos de fertilizantes, maquinaria y protección de cultivos. La realidad es que la infraestructura de banda ancha fija es deficiente en muchas comunidades rurales, por lo que la banda ancha móvil será parte del futuro de la agricultura.
Definitivamente, las tecnologías digitales invitan a la industria alimentaria a hacer frente a los retos de la globalización y satisfacer, al mismo tiempo, la creciente demanda del consumidor. En un mundo cada vez más digital, avanzar hacia mejoras tecnológicas no es un detalle menor, es una ventaja competitiva y un habilitador de los negocios. 

Fuente: Énfasis Alimentación                Fecha: 14-diciembre-2016

Acumulado a noviembre de 2016, Costa Rica exportó $2.464,6 millones en productos del sector agrícola, los cuales se destinaron principalmente a Estados Unidos (47%), Holanda (10%), Bélgica (8%) e Italia (7%). Dentro de los principales productos exportados se encontraron: banano, piña, café oro y yuca.

La utilización de tecnologías digitales en la producción agrícola, tiene un alto potencial para la optimización de tiempo y trabajo, al contar con soluciones que permiten monitorear la maquinaria, las cantidades de fertilizantes a utilizar, la vigilancia de los cultivos, entre otros. Es fundamental, que los productores costarricenses puedan incorporar este tipo de tecnologías para maximizar los recursos de producción y reducir los desperdicios.

Los exportadores nacionales pueden aplicar las nuevas tecnologías que se presentan o bien trabajar en conjunto con centros de investigación, de forma que puedan desarrollar insumos (por ejemplo: semillas mejoradas) o procesos que puedan resultar en una ventaja competitiva para la empresa.