Agricultores de Perú desarrollan fuerte industria de palma aceitera

La tecnificación y capacitación están abriendo nuevas y mejores oportunidades a los agricultores de Tocache en Perú, un sector tradicionalmente golpeado por el terrorismo y el narcotráfico. Hoy, organizados, abandonaron definitivamente los sembradíos ilegales de coca y entran a la era de la industria de la palma aceitera. 

Eli Ney, presidente de la Asociación Central de Palmicultores de Tocache (Acepat) comenta que esto ha sido posible desde la instalación de la nueva planta industrial de Olpesa (Oleaginosas del Perú S.A.) en la localidad de Villa Palma, que prácticamente renació de las cenizas de lo que fue la antigua fábrica de aceite Endepalma. Desde luego, esto requirió no solo del esfuerzo concertado de los agricultores, sino de instituciones financieras internacionales e inversionistas privados. 

El productor al participar a través de Acepat, que es el accionista mayoritario, adquiere de forma individual tres beneficios: facilidades para vender su fruto, beneficios sociales a través de la asociación, y la condición de socios y accionistas de la empresa, con lo que se convierten en pequeños empresarios.

La planta extractora con que cuenta la localidad tiene capacidad para procesar 30 toneladas métricas de racimo de fruto fresco de palma por hora, con lo que crea trabajo y beneficios tanto a quienes se desempeñan en el campo como en la planta. 

Jean Bardales, jefe de planta de Olpesa, señala que en el área de acopio el fruto se reúne y se esteriliza cocinado. Pasa después a la desfrutación con un tambor de volteo, una desfrutadora y un elevador y alimentador. En una etapa posterior se separan los residuos de agua y aceite. “Finalmente se llega al desfibrado por separación neumática –explica- que permite generar combustible para la planta, alimentar el caldero. Una vez allí se puede extraer el aceite crudo”.   

Cada palmicultor de la zona posee un promedio de 5 hectáreas. Sin embargo, como están aliados a través de 13 bases en Acepat con 725 asociados, juntos gestionan 2.800 hectáreas antiguas y 1.800 nuevas de palma aceitera. 

Una novedad para los palmicultores es la instalación de un vivero con riego por aspersión, Tomás Mori, técnico de Olpesa, estima que el vivero se va a proyectar a las plantaciones que se han instalado con los programas de desarrollo alternativo que se realizan con ayuda internacional.

Implicaciones para Costa Rica

Durante el 2015 Costa Rica exportó un total de $116,4 millones en aceite de palma bruto y refinado, para el mismo año Perú exportó $19,9 millones. Actualmente ambos países se encuentran exportando principalmente a países cercanos como Ecuador y Colombia en el caso de Perú, así como México, mientras que Costa Rica a Panamá y Nicaragua.

Por el momento Perú no representa un competidor directo para Costa Rica, pero es importante saber lo que están haciendo otros países con productos que actualmente nos encontramos exportando, la evaluación de una posible competencia es de suma utilidad para las negociaciones internacionales.

De igual manera se debe resaltar la importancia que representa la asociatividad para los pequeños productores que brinda la opción de internacionalizar su producto y tener mayor alcance cuando la exportación y negociación se realiza en conjunto. PROCOMER colabora en la conformación de consorcios de exportación para ciertos productos, para mayor información puede contactar a gcastro@procomer.com