Sustancia derivada de la piña ayuda a pacientes con quemaduras

Este tratamiento basado en la bromelaína para el aseo quirúrgico de las quemaduras, consiste en retirar la piel afectada y que no podrá regenerarse.  La bromelaína, sustancia derivada del tallo de la piña, permite retirar la piel quemada de los pacientes de forma selectiva, lo que favorece la posterior regeneración y marca "un antes y un después" en el tratamiento de pacientes quemados.

Así lo asegura Enrique Monclús, coordinador médico de la Unidad de quemados del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, España. Desde mayo de 2015 utiliza este tratamiento basado en la bromelaína para el desbridamiento de las quemaduras, proceso que consiste en retirar la piel afectada y que no podrá regenerarse. El cirujano asegura que es una mejoría y beneficio espectacular para el paciente quemado, tanto a nivel estético, como de tiempo de hospitalización, calidad cutánea, menor pérdida de sangre y descenso de cirugías para tratamiento de las secuelas.

La bromelaína no es un tratamiento curativo por sí mismo, sino que prepara un lecho para curarlo de otra manera, ya sea favoreciendo la regeneración de la propia piel, o bien mediante injertos en las zonas más afectadas donde ya no queda dermis.

Tradicionalmente el desbridamiento en quemados se realizaba con el dermatomo, un instrumento quirúrgico provisto de una cuchilla para retirar la piel quemada.

Para Monclús, este procedimiento clásico que lleva utilizándose desde los años 70 del siglo pasado, tiene una clara desventaja: para llevarte la piel quemada tienes que llevarte la sana, se hace una especie de tabla rasa.

Sin embargo, la bromelaína es selectiva, lo que está muerto lo elimina y todo lo demás lo deja, algo que fomenta la regeneración de los propios tejidos cutáneos.

El uso de este producto derivado del tallo de la piña y desarrollado en un laboratorio israelí, comienza a abrirse camino en países de América Latina, que ya están en proceso de unirse a los que lo han aprobado, como Israel y la mayoría de países de Europa, donde España ha sido pionera en su uso junto a Alemania e Italia.

Implicaciones para Costa Rica

Para noviembre de 2016 la industria de productos farmacéuticos alcanzó a exportar un total de $249,1 millones. Por su parte, la industria piñera en Costa Rica exportó en ese mismo periodo un total de $791,4 millones.

La máxima utilización de los recursos debe ser una premisa prioritaria para toda empresa exportadora, no solamente para aumentar las utilidades sino también para evitar en la medida de lo posible la contaminación del ambiente.

Casos como el presentado en esta alerta brindan ejemplos de cómo las industrias exportadoras pueden aprovechar los recursos existentes utilizando la innovación para crear nuevos productos y soluciones.

Se recomienda a las empresas costarricenses acercarse a centros de investigación universitarios para desarrollar nuevos proyectos que puedan ser de utilidad, la innovación es una de las mayores herramientas para fomentar el crecimiento de una empresa.