Aumentan los espacios retail especializados en productos naturales en España

Como parte de la tendencia actual impulsada por supermercados en varios países de Europa para ofrecer al consumidor opciones de alimentación natural y saludable, la cadena francesa Carrefour lanzó recientemente en España su formato “Carrefour Bio”, un punto de venta especializado en la oferta de productos naturales, certificados y saludables.

España se ubica entre los diez países que encabezan la lista de los mayores consumidores de productos ecológicos a nivel global, además, según cifras del Ministerio de Agricultura, este mercado alcanza alrededor de $1.630 millones en el país.

Este nuevo establecimiento se encuentra diseñado físicamente para generar un entorno que evoque elementos naturales, e incorpora la venta a granel de legumbres, quinoa, avena o cuscús integral, para dar al cliente la posibilidad de elegir justo la cantidad que necesita. También destaca el fuerte protagonismo de los productos frescos, con secciones de fruta, verdura, panadería, carne y charcutería (carnicería especializada en productos de carne de cerdo, subproductos y embutidos), que completa el surtido de alimentación envasada, bodega, refrigerados y congelados, así como artículos de perfumería, bebé y farmacia, todo ello pensado para que el cliente pueda hacer una compra integral. Asimismo, incluye un córner de productos preparados y listos para consumir.

La cadena también brinda mayor información sobre los productos y ha incluido etiquetas para identificar aquellos dirigidos a dietas específicas, intolerancias o alimentación vegana. En total, esta tienda oferta 1.800 referencias de alimentación, todas ellas, con el sello ecológico. De éstas, 140 corresponden a la marca propia “Carrefour Bio” y “Ecoplanet”. Asimismo, Carrefour dispone de un portal web que permite la compra de 1.000 productos “bio”.

Al igual que Carrefour, las grandes cadenas están centrando sus estrategias en este segmento. En concreto, en la división de supermercados, la otra gran apuesta es la de El Corte Inglés, que en febrero presentó en Valencia ‘La Biosfera’, su nueva unidad de negocio para productos de alimentación, higiene y belleza ecológicos integrada en sus establecimientos con más de 1.500 referencias, que pretende tener implantada en 19 centros para finales de año. En paralelo, ha diseñado una nueva marca propia “El Corte Inglés Bio” con unas 100 referencias en las principales categorías, que se añadirá a la potente división premium que comercializa a través de sus establecimientos del Club Gourmet.

Alcampo, otra pionera en introducir un espacio diferenciado en sus hipermercados suma una gama de 1.270 referencias e incluye 400 artículos dentro de sus supermercados “Simply”, de los que más de un centenar son de marca propia. Mercadona, por su parte, en el último año ha incorporado a su surtido un buen número de referencias, entre ellas, quinoa o chía, como parte de su proceso de innovación. Recientemente, también la valenciana Consum lanzaba una nueva gama de productos “eco” con 80 referencias, todas ellas por el momento de marca de fabricante.

Implicaciones para Costa Rica

La tendencia cada vez más generalizada por un consumo saludable ha impulsado a que fabricantes y distribuidores generen nuevas propuestas de valor agregado que permitan al consumidor contar, en punto de venta, con un entorno práctico e informativo sobre los atributos de los productos de esta categoría, la mayoría de ellos, alimentos. La característica principal de estos productos es que están orientados hacia un estilo de vida saludable, por lo que sus ingredientes provienen de fuentes naturales, han sido obtenidos bajo procesos amigables con el ambiente, contienen cantidades reducidas de químicos, grasas, azúcares o sodio.

En este segmento, las certificaciones orientadas a temas ambientales, orgánicos, nutricionales, trazabilidad o inocuidad de los productos resulta de especial importancia como elementos de valor que aprecian y demandan los consumidores. En este sentido, es recomendable que el sector exportador costarricense impulse la obtención de certificaciones que le permitan competir en mercados desarrollados y, aún más específico, en segmentos de alto valor agregado y exigencias.

En 2016 la industria alimentaria costarricense exportó $1.555 millones hacia un total de 100 mercados. Estados Unidos, Guatemala, Nicaragua, Panamá, México y Holanda representaron los principales compradores. A Unión Europea se envió $262 millones en productos alimentarios, donde España representó el 14% del total.