Fast good: tendencia de comida rápida y saludable

El cliente es cada vez más consciente de lo que adquiere, huye de la compra sin control, es mucho más responsable y además tiene en cuenta los efectos que el consumo tiene en el medio ambiente, en la sociedad y en ellos mismos. Alineado con la tendencia actual de la búsqueda de la salud mediante la alimentación, surge el movimiento fast good, que no es más que seguir la filosofía de la comida rápida, pero cambiándola, por ingredientes beneficiosos para la salud.

 Se trata de un consumidor que no quiere renunciar a la experiencia de la comida rápida, pero tampoco quiere perjudicar su salud. Por ello, hay una vuelta a los orígenes, donde se demandan ingredientes más naturales, sin aditivos y preparados de manera artesanal. Además, estas características tienen que comunicarse de manera correcta y visible, ya que será un punto clave a la hora de la toma de decisiones del cliente.

El consumidor que sigue la tendencia de fast good, cada vez dispone de menos tiempo para cocinar, pero que quiere comer bien, por lo que elegirá platos precocinados, congelados o snacks lo más naturales y saludables posibles. Cobra especial importancia el storytelling, tanto en la comunicación como en los productos y en los establecimientos. Se hace hincapié en la historia de los ingredientes y en cómo han sido producidos o cocinados, la transparencia en la etiqueta y en general en la filosofía de la marca es fundamental. Un ejemplo es la cadena de comida rápida saludable Leon , presente en el Reino Unido, que explica exhaustivamente y de manera muy emocional, la procedencia de los ingredientes que utiliza en sus productos.

En los últimos años se ha producido un incremento del consumo de platos preparados en el hogar, según los datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente en su último «Informe del consumo de alimentación en España 2016». Si unimos este hecho, al continuo lanzamiento de nuevos productos innovadores por parte de los fabricantes, obtenemos como resultado un crecimiento del sector “listo para” (cocinar, calentar, comer, etc.). Una de las marcas más innovadoras y de referencia es Scratch , que ofrece kits ideados por el chef Michel Roux que incluyen los ingredientes listos para cocinar.

Más allá de los paquetes de chips hechos a base de legumbres o verduras, o de fruta fresca ya cortada y envasada, el movimiento fast good ha hecho que surjan cada vez más innovaciones en snacks saludables para picar entre horas, que destacan por ser saludables. Entre ellos, destacamos la granola balls o bolas hechas con avena y frutos secos, que, tras popularizarse su receta en redes sociales como Pinterest o Instagram, ya han dado el salto a los supermercados.

Una de las características clave de esta tendencia, es la facilidad y conveniencia en el consumo, por ello, no es de extrañar que cada vez observemos más innovaciones en empaques relacionados con el movimiento on the go. Desde sopas que contienen un elemento adicional en sus envases para evitar las quemaduras, como los de la marca italiana Fast&Fresco , hasta paquetes de frutos secos con tapón, como los de la marca de semillas de girasol peladas IOTA , que ofrecen una mayor seguridad en el cierre, evitando el desperdicio o el deterioro innecesario del producto y, por supuesto, facilitando su consumo on the go.

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