Valor agregado en barras de snacks hechas con banano descartado

La búsqueda de nuevas propuestas de valor agregado y la maximización del aprovechamiento de alimentos frescos ha impulsado al desarrollo de presentaciones prácticas y saludables para el consumo, especialmente en frutas de gran versatilidad para su preparación. Entre estas propuestas, los snacks han surgido como opciones de gran interés. Por ejemplo, en Reino Unido se lanzó al mercado una nueva línea de barras elaboradas a partir de banano descartado, de la marca Snact.

Con estos productos, se propone reducir la cantidad de banano comestible que acaba en la basura diariamente, que tan solo en Reino Unido, alcanza 1,4 millones de unidades. Además, los productos utilizan empaques compostables, es decir, biodegradables y sostenibles con el ambiente.

Como parte de la versatilidad de utilizar banano como ingrediente, se han generado variedades con incorporación de manzana con canela, remolacha, zanahoria con especias y cacao.  Estas opciones resultan aptas para veganos, no contienen gluten y poseen un bajo aporte calórico, además de no tener saborizantes, colorantes ni edulcorantes artificiales.

Implicaciones para Costa Rica

Costa Rica posee una importante industria bananera centrada en la actividad exportadora de esta fruta, es por ello que en 2016 el país comercializó banano fresco con un valor de $987,6 millones (2,3 millones de toneladas) hacia un total de 50 destinos. Estados Unidos (38%), Italia (11%), Bélgica (8%), Reino Unido (7%), Holanda (6%) y Alemania (5%) fueron los principales compradores.

Por su parte, esta fruta sirve como ingrediente o base para otros productos exportados del sector alimentario, tales como purés, concentrados, chips y similares. En 2016, la industria alimentaria comercializó más de $1.554 millones.

En este sentido, resulta importante que los empresarios costarricenses encuentren nuevas maneras de aportar valor agregado a productos frescos, por ejemplo, a manera de snacks saludables, prácticos para el consumo y en presentaciones atractivas, todo esto en línea con la tendencia global por un consumo más sano. De esta manera, las empresas aseguran un mayor tiempo de vida para el alimento, condiciones logísticas de transporte más favorables y un mayor nivel de competitividad para participar en mercados desarrollados, con consumidores más exigentes en términos de calidad, empaque y sabor.