La Generación Z está creando un mercado para imitación de carne y mariscos

Los millennials tienen fama de rechazar todo tipo de industrias y productos relacionados con los alimentos, incluidas cadenas de restaurantes casuales como Applebee’s, además, productos como cereales, yogurts livianos e incluso cervezas. Mientras tanto, la Generación Z está dando forma a un mercado de alimentos multimillonario.

La imitación de carne, por ejemplo, es una categoría en rápido crecimiento que podría cambiar la forma en que comemos. Esta reemplaza los productos de origen animal con alternativas hechas de plantas que se ven y saben a carne, con el objetivo de reducir la dependencia global de alimentos de origen animal.

La Generación Z (personas nacidas entre mediados de la década de 1990 y mediados de la década de 2000) está adoptando la tendencia, lo que significa que los miembros más antiguos de este segmento actualmente son universitarios. Este grupo representa un cuarto de la población de los EE. UU., y a 2020 serán el 40% de todos los consumidores.

En 2015, Y-Pulse, una firma de investigación de mercado que se especializa en preferencias millenial, dirigió una encuesta de operadores de servicios de alimentos para universidades y encontró que los menús basados en plantas y los mariscos sostenibles se encontraban entre las tendencias que más ansiaban sus estudiantes más jóvenes.

Otra investigación de Barclays muestra que la Generación Z consume un 57% más de tofu y un 550% más de leche no láctea que la generación del milenio. Muchos son parte de un movimiento creciente de «flexitarianos» que comen escasamente carne y productos de origen animal.

Según Google Trends, el interés público en una dieta vegana nunca ha sido más alto. La Generación Z no es el único grupo interesado, se espera que el mercado sustitutivo de la carne crezca un 8,4% anual durante los próximos tres años, con lo que llegará a $5.200 millones a nivel mundial para 2020, según Allied Market Research.

Las compañías que producen imitación de carnes y mariscos, que van desde hamburguesas hasta sushi hecho con tomates, se han dirigido a los campus universitarios como lugares de prueba para sus creaciones. El servicio de alimentos representa aproximadamente la mitad del consumo de carne de res molida en los Estados Unidos.

En octubre 2017, la empresa emergente Impossible Foods anunció que expandirá la distribución de su hamburguesa vegana, que es tan parecida a la carne real que libera jugos como la carne de vaca, a universidades y cafés de la compañía.

New Wave Foods, que fabrica una alternativa al camarón a base de algas, y Ocean Hugger Foods, que está trabajando en pescados y mariscos de origen vegetal -incluido un sustituto de atún crudo hecho de tomates- también han puesto sus miras en las compañías de servicio de alimentos como un camino para distribución.

«Los campus universitarios alimentan a los consumidores del mañana», dijo Sharon Olson, cofundadora de Y-Pulse en un artículo sobre alternativas de productos de mar que aparecen en los comedores. «Estos estudiantes están desarrollando hábitos de por vida, incluidos los productos que buscarán cuando se gradúen».

David Benzaquen, CEO de Ocean Hugger Foods, describió la relación de la compañía con las empresas de servicios de alimentos como un ajuste natural. Los colegios y universidades compran grandes cantidades de alimentos, y los jóvenes muestran una mente abierta cuando se trata de aquellos a base de plantas.

Se espera que la población mundial alcance los nueve mil millones de personas a 2050, una cifra que de alguna manera se ve amenazada porque que no habrá suficientes recursos en el planeta para apoyar la agricultura animal a esa escala.

Implicaciones para Costa Rica

En el periodo de enero a noviembre de 2017, Costa Rica exportó $1.527 millones en productos del sector alimentario. Entre ellos destacan los jarabes para elaboración de bebidas gaseadas, jugos y concentrados de frutas, aceite de palma, azúcar y salsas.

El sector alimentario se ha caracterizado por la innovación y sus requerimientos conforme pasa el tiempo se vuelven más estrictos dependiendo de las necesidades de la población y diferentes generaciones.

Es importante que el exportador costarricense se mantenga actualizado sobre las tendencias existentes, así como la relevancia que están adquiriendo en el mercado internacional, especialmente para aquellos clientes potenciales.

La exportación de productos vegetarianos facilita al productor la tramitología ya que no tiene que realizar permisos especiales como es el caso de productos con un contenido animal.