El canal de supermercados está cambiando y su forma final será diferente a la de los últimos años. En EEUU varias cadenas regionales se están declarando en quiebra ante la incapacidad de competir contra Amazon, por otro lado, en Europa grandes supermercados con fuerza para presionar a los proveedores y firmas de descuento se están expandiendo, obligando a la competencia a mantener sus precios bajos y hundiendo sus márgenes.
Europa está viendo como los jugadores más eficientes se expanden con rapidez y logran unos precios contra los que es difícil competir, sobre todo para las cadenas medianas y regionales.
Hace pocos meses, la agencia Moody’s publicó un informe en el que destacaba que la competencia en el mercado minorista español de alimentos estaba aumentando, liderada por Mercadona. Los economistas de la agencia destacan que esta situación afectará de forma negativa a cadenas como DIA y otros retailers que operan en el mercado nacional y que tendrán que reducir márgenes y buscar fórmulas para mantener su cuota de mercado.
Esta competencia “tendrá un impacto negativo en la calificación crediticia de DIA y otras empresas que operan en el país, ya que las compañías que están perdiendo cuota, como Auchan (Alcampo) y Eroski, puede que recorten también sus precios para reafirmar su posición, minando sus márgenes de rentabilidad”, según el analista sénior de Moody’s Vincent Gusdorf.
Mientras tanto, Kroger y Walmart, los dos mayores jugadores en la industria de supermercados de Estados Unidos, están invirtiendo en tecnología y expandiendo la distribución a través de todos los canales posibles, en un intento por contrarrestar la incursión de Amazon.
Es un escenario pesimista para el sector que se supone que debería estar repuntando este año. Una histórica deflación alrededor de los alimentos (generada por cosechas abundantes y una guerra de precios en los últimos dos años) parece haber terminado, pero el esfuerzo por vender alimentos por Internet está suponiendo una alta inversión en la que sólo están ganando los jugadores más fuertes, mientras que muchos actores tradicionales están sufriendo.
Southeastern Grocers, dueño de las cadenas de supermercados Winn-Dixie y Bi-Lo, se tuvieron que acoger a la quiebra la semana pasada. “El ambiente es intensamente competitivo”, comenta Jennifer Bartashus, analista en Bloomberg Intelligence. “No veo que esto vaya a cambiar pronto”.
Por ahora, Amazon es más una amenaza más simbólica que real. La tecnológica adquirió Whole Foods Market el año pasado, pero ese movimiento ha supuesto poco menos de 500 tiendas. El negocio de distribución de alimentos del gigante del comercio electrónico tiene, mientras tanto, solo una pequeña parte del mercado de EEUU.
Aun así, la incursión de Amazon en la industria ha llevado a las tiendas tradicionales a hacer costosos cambios como inversiones para digitalizar su negocio, y el temor de los inversores ha golpeado el valor de sus acciones. En lo que va del año, Kroger y Walmart han perdido en total más de 30.000 millones de USD en valor de mercado.
Pero los gigantes de la distribución de alimentos al menos tienen la escala y los recursos necesarios para adaptarse. Mientras, los actores más pequeños de la industria se enfrentan a un riesgo mayor.
Toda esta presión se produce porque la industria ha registrado un promedio de crecimiento anual de apenas 2% en los últimos cinco años, según un informe de Forrester Research. Eso significa que la industria está principalmente peleando por la participación de mercado en ese punto.
Hasta ahora, Amazon no ha dicho mucho acerca de expandir sus planes para Whole Foods. La cadena de alimentos de alta gama ha tenido dificultades bajo la nueva administración, con quejas sobre la reposición de inventarios y problemas de calidad. Eso muestra que Amazon podría tener que enfrentarse a serias dificultades convirtiendo el negocio en una parte eficiente de sus operaciones. Al menos lo que es seguro es que no logrará a corto plazo lo que quería con esta cadena de supermercados.
Amazon continúa siendo una fuente de presión en una industria que todavía se está recuperando del período de deflación de precios. Es poco probable que esto cambie pronto. Fuente: America Retail Fecha: 21-marzo-2018
Implicaciones para Costa Rica
Las exportaciones del sector agroalimentario en 2017 alcanzaron un total de 4.442 millones de USD, los principales destinos fueron Estados Unidos, Holanda, Bélgica, Nicaragua y Reino Unido. Este total exportado representó un 41% de las exportaciones para ese año.
La importancia que tienen las exportaciones del sector agroalimentario en Costa Rica hace de esta noticia algo relevante. Los cambios tecnológicos y en los modelos de negocio pueden representar un reto en la búsqueda de clientes para el productor costarricense.
Se debe tomar en cuenta que la nueva era digital trae obstáculos que el exportador debe saber superar con soluciones novedosas. La reducción en los precios será una de las variables más importantes en este cambio que se está realizando, por ello el productor debe estar preparado para este tipo de negociaciones.
Además, un mercado internacional tan competitivo siempre esperará que el exportador brinde un valor agregado a su producto, más que el solo hecho de realizar la exportación se debe estar atento a las necesidades de los clientes y brindar servicios extra que aumenten los incentivos para ser seleccionados como proveedores.
Basándose en esta Noticia, ¿en que nivel recomendaría este servicio a otros exportadores
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