China anunció el pasado 18 de septiembre nuevos gravámenes a productos de EE. UU., como represalia a la segunda gran oleada de aranceles anunciados por Washington. Esto aleja la posibilidad de un acuerdo a corto plazo entre ambos países que acabe con esta guerra comercial. Las tasas de China entrarán en vigor el próximo 24 de septiembre, inmediatamente después de las estadounidenses.
La próxima semana, las dos mayores economías del mundo habrán tasado el equivalente entre el 56% y el 62% del valor de todo su comercio bilateral (la cifra varía debido a los distintos cálculos de ambas aduanas). Trump, por su parte, amenaza ahora con llevar este porcentaje prácticamente al 100%.
La administración estadounidense decidió imponer aranceles a los productos chinos ante la falta de acción de Pekín por las continuas denuncias ─no solo de Estados Unidos, sino también de la Unión Europea y Japón─ sobre sus prácticas desleales.
Las empresas extranjeras que operan en China dicen sentir ya el impacto del conflicto comercial. Según la Cámara de Comercio de Estados Unidos en el país asiático, prácticamente la mitad de sus miembros han visto mermado su negocio debido a la imposición mutua de aranceles. Además, decenas de empresas empiezan a ser víctimas de lo que se conoce como medidas no arancelarias. Entre lo más denunciado hay un súbito aumento de las inspecciones por parte de las autoridades o una mayor lentitud a la hora de procesar sus productos en aduanas.
Fuente: América Retail Fecha: 19/09/2018
Implicaciones para Costa Rica
Si bien el impacto de la guerra comercial no es directo para las empresas costarricenses, deben considerarse los impactos indirectos. Una gran cantidad de exportadores, importan desde EE. UU. y China insumos y maquinaria para su proceso productivo. De hecho, estos dos países en 2017 representaron $8.655 millones en valor importado, un 52% del total.
Desde EE. UU., al dejar de lado el sector de productos minerales (porque es principalmente petróleo), las principales importaciones (36%) se agrupan en eléctrica y electrónica, plástico y sector químico. En cuanto a China, destacan eléctrica y electrónica, metalmecánica y textiles, cuero y calzado; estos sectores representan el 62% de nuestras compras a este país.
Dado lo anterior, es importante que las empresas consideren si como parte del proceso de elaboración de los productos comprados a estas dos economías, se incluyen insumos de China o de EEUU; ya que, si esto se cumple, es normal esperar incrementos en los costos de la cadena de abastecimiento de las empresas costarricenses, debido a que la elaboración del producto tanto en el país norteamericano como el asiático será más costoso.
Adicionalmente, estos aspectos realzan la relevancia de tener una adecuada trazabilidad en la cadena de abastecimiento, debido a que en casos como estos puede influir en los procesos de planeación estratégica de la empresa; sobre todo por la ausencia de una solución en el corto plazo.
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