La inflación en alimentos se ha convertido en una preocupación para la economía estadounidense. El costo de los alimentos en el hogar aumentó casi un 12% en los últimos 12 meses, según los datos del índice de precios al consumidor (IPC) para mayo del U.S. Bureau of Labor Statistics, lo que marca el mayor aumento de 12 meses en 43 años. Mientras tanto, los fabricantes están impulsando su segunda o tercera ronda de aumentos de precios en el último año y sopesando en qué punto los consumidores se resistirán.
De acuerdo con Josh McCann, jefe de entrega y análisis de clientes de la sede central en Symphony RetailAI, los consumidores sensibles a los precios están cambiando dónde compran y qué compran, con implicaciones tanto para los fabricantes de alimentos como para los minoristas que almacenan sus productos. Durante este período inflacionario, la lealtad de los consumidores a los productos que compran y al canal de comestibles está cambiando. La brecha entre los clientes centrados en el precio frente a los centrados en la calidad es mayor que nunca. En el caso de los primeros, se enfrentaron específicamente a un aumento de $13 por cada $100 gastados en comparación con el primer trimestre de 2020.
Los consumidores más sensibles a los precios (aproximadamente un tercio de todos los compradores) están dando la espalda a los productos a los que han sido leales y que tradicionalmente han comprado. Como resultado, si estos compradores pueden encontrar una alternativa rentable a una marca que suelen comprar, cambiarán a ese producto más asequible. Esto podría significar un tamaño más pequeño, una marca menos costosa, una alternativa de marca privada, pero parece estar ocurriendo a medida que los clientes recurren a otros minoristas (es decir, un minorista de descuento) para administrar su presupuesto.
La sensibilidad al precio varía enormemente según la categoría e incluso entre productos dentro de categorías individuales. Incluso el tipo de publicidad y promociones que suelen aparecer en segmentos específicos puede dirigirse a compradores que probablemente manejen sus presupuestos. Es probable que se vea un enfoque en tener siempre artículos a precios de apertura basados en el valor en estas categorías.
Fuente: Food Dive Fecha: 27-Junio-2022
Implicaciones para Costa Rica
El contexto de post-pandemia actual, marcado por una acelerada inflación, las tensiones logísticas, las interrupciones en las cadenas globales de valor y el conflicto armado entre Rusia y Ucrania ha generado un escenario con repercusiones socioeconómicas de alcance inmediato, entre las que destacan el creciente incremento en los costos de los alimentos.
Se recomienda a los exportadores costarricenses entender las tendencias y comportamientos de compra de los consumidores en este contexto, donde están más abiertos a valorar nuevas marcas que ofrezcan precios competitivos, siempre y cuando aporten aspectos de valor (etiqueta, nutrición, sabor) similares a aquellos que buscan sustituir. En este sentido, es importante prever que los consumidores resultarán cada vez más sensibles a los cambios de precio, ante lo cual las empresas deben encontrar nuevas relaciones de precio-valor que resulten relevantes para sus consumidores.
En 2021, Costa Rica exportó 204 millones de USD en productos del sector alimentario a EEUU.
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