De acuerdo con Mintel, la pandemia ha generado cambios sustanciales en las tendencias y hábitos de consumo. Entre las regiones más dinámicas de ajuste no escapa Latinoamérica, que está reenfocando sus propuestas hacia opciones más saludables y prácticas.

La pandemia junto con los estilos de vida de los que se quedan en casa ha agravado algunos problemas de salud y ha provocado un renovado enfoque en la alimentación saludable. COVID-19 ha hecho que los consumidores latinoamericanos se preocupen por ciertas partes de su dieta y las marcas pueden usar frutas y verduras para hacer más sanos los alimentos y bebidas, ya que los consumidores están vigilando su ingesta diaria. Esto también está en consonancia con el creciente interés por los alimentos de origen vegetal. Las frutas y verduras dan un halo saludable a los alimentos cotidianos, pero en el futuro, a medida que los consumidores conozcan más los ingredientes de origen vegetal, las marcas se enfrentarán al desafío de nombrar los beneficios específicos que brindan estos ingredientes.