La construcción sostenible se ha convertido en una tendencia a nivel mundial, y cada vez se hace necesario aplicar soluciones que respondan a la sostenibilidad y a la rentabilidad. La promoción de la construcción sostenible se ha llevado a cabo de diferentes formas, donde hay países que la promueven autorizando incentivos fiscales o de construcción.
Guatemala busca que las alcaldías sean aliadas en impulsar buenas prácticas y la sostenibilidad de los proyectos de construcción. Así lo explicó, José Pablo Labbé, directivo fundador de Guatemala Green Building Council, al comentar que en el reglamento del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de la Municipalidad capitalina se incluyeron algunos incentivos y se trabaja para promover más este tipo de construcción en el municipio. Incentivos como aumentar la cantidad de edificabilidad por un menor consumo de agua, es un ejemplo que expone Labbé, quien además indica que la banca puede contribuir en apoyar con condiciones financieras favorables este tipo de proyectos. Por ahora Banco Agromercantil es uno de esos aliados y esta una tendencia que resulta atractiva para los desarrolladores y el sistema financiero, comentó.
Según Green Building Council, Guatemala tiene 20 proyectos con certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), que es el sistema de diseño más utilizado en el mundo en construcción, operación y mantenimiento de edificios sostenibles y hay en cartera 19 más que están en proceso de lograr la certificación. Entre los proyectos certificados hay de empresas transnacionales y locales.
Por otro lado, en El Salvador el sector privado apuesta por la construcción sostenible, ejemplo de este tipo de obras será el nuevo centro comercial Soma, de la desarrolladora Root Shift Group, que estará ubicado en Antiguo Cuscatlán, La Libertad y que está siendo construido bajo las normas LEED.
Jaspersen, administrador propietario de Root Shift Group, sostiene que los edificios LEED tienen costos de energía menores y también generan un menor consumo de agua. Además, el costo de mantenimiento es menor, y que todo esto ayuda a minimizar los impactos al medio ambiente y a ser más rentables. Además, mencionó que el costo de la construcción sostenible es entre 3% y 12% mayor en comparación con un proyecto no sostenible; el promedio es de 5% más costoso. Esa es la inversión que se debe hacer, pero que se recupera en tres o cuatro años.
Fuente: El Periódico y El Economista Fecha: Junio/Julio – 2019
Implicaciones para Costa Rica
El efecto que ha provocado el cambio climático es sin duda alguna el factor en común para que gran cantidad de países firmen compromisos de reducción de GEI con metas al 2030 y 2050, y para lograr dichas metas es necesario recurrir a la construcción sostenible y a tomar acciones para promoverla.
Costa Rica por su parte, es reconocida a nivel internacional por sus políticas de conservación y protección de la biodiversidad y es líder en Centroamérica en cuanto a proyectos certificados se refiere (64) y más de 100 registrados para un total de 172, según cifras del 2017. Sin embargo, los demás países de la región han llevado a cabo acciones para incrementar su participación en este sector y han logrado ejecutar proyectos sostenibles. Los altos costos iniciales siguen siendo el mayor obstáculo para ejecutar este tipo de construcción, seguido de la falta de incentivos políticos.
Para las empresas oferentes de bienes y servicios que puedan abastecer a este sector de la construcción sostenible en crecimiento en Centroamérica, un monitoreo de la inversión y los proyectos en planeamiento es requerido. Guatemala y El Salvador, en este caso, se muestran como países relevantes para este análisis donde se podrían presentar oportunidades potenciales para ser proveedores de soluciones innovadoras, tanto en los materiales que se utilizan, así́ como en otras áreas relacionadas como el equipamiento de las edificaciones, diseño y otros servicios.
Además, Costa Rica goza de una imagen internacional en la defensa a la sostenibilidad ambiental que favorece al posicionamiento de las empresas costarricenses en el exterior, sin embargo, es importante resaltar que las certificaciones son relevantes para demostrar a los clientes que se cumple con los estándares mínimos para declararse sostenible.
La Dirección de Inteligencia Comercial de PROCOMER elaboró el estudio: “Construcción sostenible: internacionalización de servicios” disponible en el siguiente enlace, en el cual se identifican los países latinoamericanos con potenciales oportunidades para exportación.
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