Nicaragua incursiona en variedades de cacao con valor agregado

El cacao de calidad se ha convertido en un pequeño negocio, que podría ser una señal de un mayor crecimiento, ya que el chocolate nicaragüense elaborado por la Fábrica de Chocolate Momotombo se exportará en las próximas semanas a Italia en forma de tabletas.

Asimismo, en 2016, la cooperativa nicaragüense Cacaotera La Campesina exportó 25 toneladas de cacao orgánico, el cual fue enviado a la empresa holandesa Daarnhouwer & Company, y a la francesa Ethiquable.

Si bien, la producción es baja en la región, debido a que las oportunidades para el cacao de valor agregado históricamente han enfrentado una combinación de baja inversión, un cultivo vulnerable, y un precio de mercado a menudo volátil.

Las exportaciones de los países productores de cacao, que en su mayoría son de escasos recursos, tradicionalmente han sido constituidas por los granos, mientras que el valor agregado se genera en los países importadores.

Por otro lado, la calidad en muchos países productores es alta, especialmente en Colombia, Costa Rica, México y Nicaragua, con el 100% de las exportaciones calificadas en 2016 por el Consejo Internacional del Cacao como tipo «fino y sabroso». La mitad de las exportaciones de Guatemala y Panamá recibieron la misma denominación.

La variedad más fina de cacao es criollo, que representa menos del 5% de la producción mundial, seguida del trinitario, que representa un 15%, finalmente el cacao forastero constituye el resto de la producción mundial.

Fuente: CentralAmericaLink Fecha: 4-setiembre-2017.

El crecimiento del cultivo de cacao de calidad en los países de Latinoamérica permite contar con productos de alto valor agregado que sean altamente demandados en los mercados internacionales, razón por la cual es importante seguir potenciando las pequeñas industrias de estos países, ya que se traducirá en un mayor crecimiento económico para los productores directos que de esta forma podrán obtener mayores ganancias en la comercialización de este preciado bien.

En el caso de Costa Rica, se cuenta con cultivos de la variedad más fina de cacao que es el criollo, lo que nos permite que nuestro país sea reconocido por tener un producto fino y de alta calidad. Por esto, los exportadores costarricenses deben potenciar este reconocimiento y ampliar oportunidades en nichos de mercado a nivel mundial.