Entre 2010 y 2017, la UE registró un importante aumento en la superficie agraria destinada a la producción ecológica. En 2017 se llegó a un 7% de la superficie en producción ecológica, lo que supone un aumento del 70% con respecto a 2009. El consumo interno está en crecimiento y se abastece también con la importación, especialmente de frutas tropicales y nueces.

Una fuerza impulsora para este crecimiento ha sido el mejor precio que pueden alcanzar los productos ecológicos, aumento que puede llegar hasta un 150% con respecto al mismo producto en producción convencional.