La basura marina es un problema global y su reducción es clave para conservar y utilizar de manera sostenible los recursos marinos. En torno al 80% de la basura marina de la Unión Europea (medida como recuento de basura de playa), es de plástico. El uso de plástico en el envasado de alimentos ha aumentado significativamente en las últimas décadas debido a razones prácticas y económicas, pero su impacto ambiental es muy elevado y representan una gran fuente de desechos. Con el fin de prevenir y reducir la basura marina de plástico, minimizar los artículos de un solo uso y los aparejos de pesca que contienen plástico, la UE ha desarrollado una Estrategia de Plásticos con el objetivo de que todos los envases sean reciclables para 2030.

Por otra parte, la industria de procesamiento de mariscos produce desechos que representan un peligro ambiental potencialmente grande. Por lo general, los desechos de mariscos se tiran al mar, se queman o se depositan en vertederos. Los caparazones de los crustáceos constituyen el 75% del peso total de los crustáceos y son la principal fuente de quitina.