
Diversas industrias están sufriendo a raíz de la disrupción económica de la actual pandemia de COVID-19, sin embargo, el canal minorista se ha visto ampliamente afectado, principalmente por las medidas de confinamiento adoptadas por los gobiernos. Esta situación ha permitido que las empresas en países asiáticos como China utilicen el livestreaming para la venta de sus productos, con el efecto de que incluso algunos negocios han considerado no volver a abrir sus locales físicos enfocándose en su estrategia digital ante la nueva normalidad post-pandemia.
La dinámica del livestreaming es bastante simple. Los comerciantes minoristas de China lanzan transmisiones en sesiones de video en vivo durante la semana. En segmentos de cuatro a cinco horas, las compañías promocionan sus productos a los consumidores, dándoles datos para que los puedan comprar en línea. Además, interactúan con ellos respondiendo preguntas, compartiendo tips de uso y también llevando a cabo dinámicas para entretenerlos. Algunas compañías incluso han alcanzado una audiencia de 20 millones de personas con estos sistemas, lo cual ha significado un incremento en la colocación de sus productos (algunas han registrado ventas por más de 70 mil unidades en cuestión de segundos). Los consumidores ven esta estrategia como entretenida y más personalizada que las ventas tradicionales.