A fines de 2016, los brotes de marea roja ocasionaron una pérdida estimada de $800 millones, cuando las autoridades decretaron zona de catástrofe el borde costero de la región de Los Lagos. Precisamente este es uno de los fenómenos que buscan evitar expertos chilenos y japoneses, quienes desarrollarán un inédito sistema de alerta temprana que permita monitorear, predecir y detectar los brotes de marea roja en el sur de Chile.

La iniciativa –financiada por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), por $3.000 millones– y que será desarrollada por Universidad de La Frontera, busca elaborar un sistema de detección de microorganismos para que las comunidades costeras, empresas y autoridades puedan anticipar este fenómeno y tomar medidas. Este trabajo se realizará en un período de cinco años.