Casi un tercio del total de azúcares libres consumidos por la población chilena provienen del consumo de bebidas, jugos y aguas azucaradas. “Esto pone a Chile entre los mayores consumidores de bebidas azucaradas del mundo en términos de calorías ingeridas al día y representa un gran contribuyente a la epidemia de obesidad que observamos”, explicó Cristóbal Cuadrado, profesor de la Escuela de Salud Pública (ESP), de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, quien es uno de los expertos que participó del estudio que analizó los patrones de compra de hogares chilenos desde 3 años previos a la implementación del impuesto hasta un año después.

El sondeo, financiado por CONICYT-Chile y el Research Council de Reino Unido, fue realizado en 2.900 hogares entre 2011 y 2015, y determinó que, tras la implementación del alza impositiva en 2014, disminuyó un 21,6% el volumen consumido mensualmente de bebidas de alto contenido de azúcar, observable mayoritariamente en hogares de niveles socioeconómicos medios y altos. Por otro lado, contrario a lo esperado, no se observó un alza importante en el consumo de productos bajos en azúcar.