
Al finalizar febrero 2021, Pekín sorprendió a las autoridades taiwanesas al anunciar la prohibición de importar piñas de la isla a partir del 1 de marzo, que China sigue considerando su territorio. Esta decisión supone un golpe para los productores taiwaneses, cuyo principal mercado para esta fruta es China, hacia donde enviaron el año pasado más del 90% de las piñas exportadas.
Según las autoridades chinas, esta medida se ha tomado ante la interceptación de insectos peligrosos para su agricultura en la fruta importada de Taiwán. Este argumento es refutado por las autoridades taiwanesas, según las cuales Pekín solo quiere ejercer presión económica sobre la isla, además de su actual intimidación militar. En este contexto, para ayudar a los agricultores a vender su producción, el gobierno taiwanés pide a sus ciudadanos que consuman más esta fruta.