Existen tendencias claras en los mercados emergentes y maduros de alimentación y bebidas que están impulsando la necesidad de la optimización.

En los mercados emergentes de Europa y África se están haciendo inversiones importantes en nuevas instalaciones para satisfacer las crecientes demandas del mercado. A medida que aumenta la demanda y los clientes se vuelven más sofisticados en sus hábitos de compra, se presenta la necesidad de invertir en instalaciones de fabricación que puedan satisfacer estas demandas cambiantes.