Para el consumidor chino los snacks y dulces no solo se consumen para la autocomplacencia o la vida social, sino también como parte de la tradición en ocasiones especiales. En los últimos 3 años, enero y febrero contribuyeron a más de $5.600 millones en ventas, principalmente en ocasión de la celebración del Año Nuevo chino.

Este año, debido al COVID-19, las necesidades de higiene, nutrición y reemplazo de comidas crecieron significativamente. La práctica de la cuarentena ya sea forzada por la política del gobierno o tomada voluntariamente para su propia seguridad, ha puesto límites al entretenimiento al aire libre y la interacción social, lo que ha generado nuevas ocasiones para la indulgencia y el consumo en el hogar. Dirigirse a estas nuevas ocasiones es clave para el crecimiento de las marcas de este segmento durante este período extraordinario.