El estudio de diseño islandés Reykjavík At10 creó un envase para productos cárnicos compuesto por bioplásticos denominado Bioplastic Skin. Hasta el momento se ha utilizado para salchichas tipo frankfurt y jamón cocido. Es transparente y su textura es similar al plástico.

La materia prima para su elaboración se obtiene a base de cocer las pieles de los animales y durante este proceso se genera un colágeno gelatinoso que permite crear una sustancia similar a un gel con el que se moldea la forma deseada hasta que endurece.