Los datos de consumo, normalmente muestra que la mayoría de los compradores tienen un portafolio de marcas preferidas. Algunos expertos afirman que cualquier inclinación hacia una marca se debe a una disponibilidad mental y/o física favorable, y otros dirían que también es un hábito saludable que les ayuda a no sentirse abrumado ante la gran cantidad de opciones.

Suponiendo que los compradores vayan a una tienda con una marca preferida en mente, ¿qué podría hacerlos cambiar de opinión? Primeramente, podrían ser seducidos por promociones competitivas, o tal vez podrían confundirse con un cambio del empaque. Una tercera opción es la «prueba forzada», que es cuando un comprador se ve obligado a comprar otra marca porque su preferida no está disponible cuando lo requiere. Esta última situación ha sido altamente frecuente durante la crisis del COVID-19, lo cual ha obligado a los consumidores a adquirir nuevas marcas. Kantar realizó una encuesta entre compradores de EEUU y Canadá en las últimas dos semanas, y descubrió algunos datos interesantes: