Para muchas marcas de alimentos y bebidas, el empaque de sus productos es el primer, si no único, punto de contacto con los consumidores, sin embargo, con demasiada frecuencia las empresas lo tratan como una idea de último momento o como simplemente un protector para lo que está dentro.

De acuerdo con el CEO de la firma de diseño y marca Crowdspring, Ross Kimbarovsky, los empaques que son poco atractivos, desactualizados o que no comunican pueden resultar en ventas perdidas ya que podrían ser ignorados por los consumidores en los puntos de venta. Además, señala que un paquete mal diseñado para un producto podría tener un impacto negativo en las ventas generales de marca, y podría enviar un mensaje negativo sobre los valores de la empresa.