
En Argentina se logró desarrollar sílice amorfa, un biomaterial útil para la industria farmacéutica y alimentaria, a partir del rastrojo poscosecha y la cascarilla descartada en el proceso de molienda de arroz. Actualmente, este país importa la totalidad de este producto, del cual hay una demanda de 6,8 millones de toneladas anuales.
El investigador Julián Baccaro, estudiante de Ingeniería Química y becario del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en Argentina, lideró este trabajo de transformación, junto a un equipo conformado por agentes de INTI y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), para el agregado de valor a partir del aprovechamiento de los desechos. En la actualidad, el rastrojo y la cascarilla no son aprovechados para agregar valor, del rastrojo se genera el mismo volumen que cantidad de arroz cosechado y, muchas veces, es quemado, generando contaminación ambiental. Por su parte, si bien la cascarilla es reutilizada para la cría de pollos, su valor de comercialización es muy bajo.