“El etiquetado nutricional ofrece una oportunidad para que los fabricantes ayuden a los consumidores a tomar decisiones más saludables, pero por el momento no se está haciendo demasiado uso de él», asegura Olly Abotorabi, Senior Regional Insights Manager de IRI. Por el contrario, son las marcas de distribuidor las que en muchos casos están ofreciendo una información «más clara y consistente».

Aborotabi aconseja a los fabricantes buscar un equilibrio entre la transparencia total y un sistema de etiquetado que permita a los consumidores comparar de manera sencilla. «Una plantilla de etiquetado estándar y consistente permitiría a los compradores europeos contrastar más fácilmente e identificar el producto correcto. Así, de cara al futuro, se podría lograr una mayor aceptación del etiquetado nutricional en la parte frontal de los envases, lo que podría influir en un incremento de la disponibilidad de productos más saludables en las tiendas y aumentar de este modo el valor de la marca en la mente de los consumidores».