- Apelar a los millenial y la generación Z
Esta línea de visión directa al consumidor es vital para que las marcas de alimentos atraigan a los millenials y la generación Z, al ser estos los principales segmentos de mercado que los fabricantes de alimentos de grandes marcas están perdiendo. De acuerdo con Anton Koehler, MD de Doehler Ventures, llegar a estas generaciones más jóvenes y comprometerse con ellas es una prioridad fundamental para el sector alimentario.
Sanjeev Krishnan, Director de S2G Ventures coloca la interrupción que actualmente tiene lugar en los alimentos en el contexto de la revolución digital que ha desafiado a los mercados clásicos en los últimos 30 años. “El mayor cambio en la participación de mercado ocurre cuando los canales pasan a ser digitalizados. Eso está empezando en los alimentos».
De igual forma, señaló el rápido crecimiento del comercio electrónico y un «ecosistema» que evoluciona en torno al consumo directo. El marketing como áreas donde la innovación digital ya está dejando su marca. Él espera que esta tendencia acelere en el futuro próximo: «Las barreras de entrada para construir marcas se reducirán aún más», predijo.
- Confianza y transparencia
La influencia de la innovación digital se ve principalmente en el extremo final de la cadena de suministro, donde las marcas y minoristas interactúan con los consumidores. Sin embargo, esto es solo una pequeña proporción de la cadena de suministros, y los inversores esperan que las innovaciones digitales tengan un impacto transformador de la “granja a la mesa”.
Esto será impulsado por varios factores: desde la necesidad de hacer más con menos recursos hasta mayores niveles de colaboración que podría resultar en un importante motor para la innovación. Uno de los factores más apremiantes que apoyan la adopción de tecnologías digitales, como el block chain, es la necesidad de generar confianza a través de la transparencia.
No es sorprendente que las empresas que comenzaron hace dos años disfruten de una mejor confianza que las que comenzaron hace 150 años.
En búsqueda de la confianza y transparencia, las grandes empresas y minoristas de la industria alimentaria desarrollen historias mediante un enfoque en los ingredientes qué utilizan, cómo se obtienen, de dónde provienen y cualquier beneficio funcional que ofrecen. La transparencia en la cadena de suministro puede aprovecharse para generar confianza en el consumidor.
Por un lado, las tendencias de inversión en marcas de alimentos más pequeñas responden a la necesidad de conectarse con los consumidores en un nivel «auténtico», de vuelta a lo básico. Por otro lado, los innovadores en tecnología de alimentos y en la ciencia también se están beneficiando de mayores niveles de inversión. “La ciencia de la alimentación no debe ser subestimada.
Los inversionistas en la industria de alimentos consideran fundamental la protección de cualquier innovación que realicen los fabricantes con respecto ser más “auténticas, saludables y funcionales”. Esta protección puede incluir la cadena de suministro o de derechos de propiedad intelectual.
Implicaciones para Costa Rica
Las exportaciones costarricenses de la industria alimentaria han mostrado un crecimiento durante el periodo 2014-2018 (CAGR 2,5%), cuando se pasó de exportar $1.434 millones a $1.580 millones, siendo el tercer sector en importancia (14%), solo después del sector médico y de precisión (29,3%) y agrícola (25,3%). Para marzo 2019 ya se habían exportado $383 millones.
En 2018, los principales destinos fueron Guatemala (12,2%), Estados Unidos (11,7%), México (11,3%) y Panamá (11,2%), mientras que los productos de mayor importancia durante ese mismo año fueron los demás jarabes y concentrados para la preparación de bebidas gaseadas (21,5%), jugos y concentrados de frutas (11,5%), aceite de palma (8,6%), salsas y preparaciones (7,4%) y productos de panadería fina (5,7%).
Las empresas del sector alimentario deben mantenerse informadas sobre las tendencias que están definiendo y definirán la industria, en un contexto de alta competencia, poca lealtad a las marcas, y una mayor preferencia por los productos que cuenten con una “historia”, ingredientes más naturales y funcionales, o bien, que cuenten con criterios que le brinden confianza al consumidor y aseguren la trazabilidad del producto.
De igual forma, la investigación y el desarrollo en tecnologías y ciencias de los alimentos es un elemento clave para el éxito de las empresas en el contexto actual, así como contar con elementos de protección sobre sus innovaciones, productos y marcas.