La finca donde se realizó el estudio tiene una superficie invernada de 8.000m2. El aumento de la producción no ha sido el único beneficio del proyecto, también se ha conseguido mejorar la calidad del fruto y se ha reducido en un 20% tanto el consumo de agua para riego, así como el uso de fertilizantes y fitosanitarios.
Para Javier Llanes, CEO de Nanolabs, “el espectacular incremento de producción de melones es solo un ejemplo de los grandes beneficios que aporta la nanotecnología al sector agrícola”.
Implicaciones para Costa Rica
Las exportaciones costarricenses de frutas alcanzaron en 2016 un valor de 2.041 millones de USD, un aumento del 13% en relación con lo exportado en 2015, dentro de los principales productos que se colocaron en el exterior destaca el banano, la piña, el melón, la sandía, frutos congelados y mango; el principal destino de exportación fue EEUU, mercado al que se envió un 45% del total exportado.
Si bien el comportamiento de las exportaciones de frutas, y del sector agrícola en general, mostró un crecimiento en los últimos años, los empresarios no deben bajar la guardia y por el contrario buscar, mediante la implementación de soluciones tecnológicas e innovadoras, la forma de aumentar la productividad de cada metro cuadrado dedicado al cultivo, con el fin de incrementar su competitividad a nivel internacional y lograr además una reducción de costos de producción.
Lo anterior es posible mediante la inversión en I+D+i, así como mediante la búsqueda de apoyo de los distintos centros de investigación con los que cuenta el país mayoritariamente en sus universidades, los cuales pueden jugar un papel importante en la mejora de procesos e implementación de soluciones basadas en biotecnología y nanotecnología.