Los consumidores millennial cuentan con un perfil que entiende el consumo como una prolongación de su personalidad, de sus gustos e intereses, que consigue expresarse mediante la compra, y cuanto más original, irónico y artístico sea el producto, más interés tendrá en compartir su adquisición en redes sociales y en enseñarlo a amigos y conocidos. Por esta razón su influencia sigue afectando a las nuevas tendencias, en especial las relacionadas con el diseño y la estética.

Con respecto al empaque dirigido a este consumidor, existe una nueva tendencia, denominada exclusividad; se trata de ofrecer a los clientes la sensación de que lo que están comprando es único, que su producción ha sido cuidada al detalle y que incluso son ediciones limitadas. No hay que confundir esta tendencia con la búsqueda del lujo o lo ostentoso, más bien se trata de un acercamiento al proceso de elaboración, incluso al productor. Esto se consigue agregando detalles artesanales como la escritura manuscrita en el envase, la numeración a mano de las series de producto e incluso firmando los mismos.