El impuesto del 8% aplicado en México a lo snacks altos en calorías ha cumplido con el objetivo de reducir la compra de comida chatarra, pero solo en una fracción y solo entre familias pobres y de clase media,  de acuerdo con un estudio.

El documento dado a conocer en la publicación digital PLOS-Medicine mostró una disminución promedio de 5,1% en la compra de artículos sujetos a ese impuesto, el cual fue implementado en 2014. La reducción fue equivalente a sólo unos 25 gramos por mes por persona.