En resumen, puede ser de gran utilidad para el envasado y conservación de productos alimenticios como:
- Salsas utilizadas en restaurantes, hoteles, hospitales, colegios, etc. En general, aquellos que necesiten esterilización térmica.
- Alimentos viscosos, triturados o semisólidos como mermeladas, compotas y especialmente los destinados a la infancia y la tercera edad, como purés, papillas, etc.
- Zumos y concentrados de frutas y verduras.
- Conservas y semiconservas como verduras, encurtidos, etc.
- Platos preparados presentados en formatos flexibles horneables.
Esta solución tecnológica responde a los requerimientos de envasado de la industria de alimentos y bebidas, y a las necesidades de los consumidores actuales, que demandan envases que se adapten a su estilo de vida (convenientes, para llevar) pero que también valoran aspectos como el respeto al medioambiente a la hora de realizar su compra.
Implicaciones para Costa Rica
Los consumidores están cada vez más interesados no solo en la calidad del producto, sino también el empaque que los contiene. Un empaque innovador y personalizado al mercado al cual se dirige se puede considerar como un factor de diferenciación para un producto.
Es fundamental que las empresas costarricenses consideren invertir en investigación y desarrollo de empaques, donde se utilicen materiales e insumos que impliquen un menor impacto al ambiente, que ayuden al producto a conservarse de una mejor manera y que a su vez responda a los gustos y preferencias de los consumidores.
Mantenerse informado de las nuevas tendencias en temas de empaques y embalajes le facilita al exportador costarricense ideas para mejorar sus actuales propuestas e inclusive para innovar en esta materia