La trazabilidad de extremo a extremo en la cadena de suministro de alimentos puede hacer más que proteger contra posibles escándalos, especialmente en la etapa de procesamiento. Todas las etapas de la cadena de suministro de alimentos, desde la granja hasta el plato del consumidor, están bajo presión para mejorar la trazabilidad. Los minoristas y consumidores exigen cada vez más la trazabilidad, pues ayudan a prevenir situaciones en donde la reputación de la marca se puede ver comprometida.

Con niveles más altos de trazabilidad en la cadena de suministro de alimentos se evitarían muchos de esos problemas. En el caso de un escándalo alimentario, la trazabilidad puede facilitar la búsqueda de fuentes de contaminación o falsificación. Los consumidores desean conocer la historia completa de los productos y acceder a ella mediante canales digitales, como sitios web y aplicaciones para teléfonos inteligentes.