De acuerdo con datos de la firma LEK Consulting, alrededor del 70% de los consumidores estadounidenses están dispuestos a pagar por alimentos de categoría premium que presenta indicaciones de salud o bienestar. Esto representa cerca de un 20% más que lo registrado hace dos años en 2016.

Esto incluye productos en categorías: natural, étnica, mejorada y “reducida en”, así como aquellas que indican ser libres de antibióticos, orgánicos, ricos en proteína o libres de azúcar. Es decir, un rango amplio de productos orientados al valor agregado y que se dirigen a consumidores más exigentes.