Las macrotendencias, incluida la pandemia y la crisis inflacionaria, están impulsando la tendencia de la adopción de productos que afirman ser tanto saludables como indulgentes. La cual hace referencia a alimentos que tradicionalmente son poco saludables se reformulan teniendo en cuenta la nutrición positiva, sigue atrayendo la atención. De hecho, los actores de la industria pronostican que la complacencia saludable seguirá influyendo en el comportamiento de compra de los consumidores este año debido, al menos en parte, a las macrotendencias globales.
Es comprensible que la actual crisis del costo de vida esté causando ansiedad entre los consumidores, y no parece que vaya a desaparecer. Ante esto, muchos recurren a la “nutrición positiva” agregando alimentos, bebidas y suplementos beneficiosos a sus dietas, en lugar de simplemente eliminar los nutrientes negativos.
“La comida juega un papel específico en complementar y, a menudo, cargar un estado mental emocional”, expresó Soumya Nair, directora global de investigación de Kerry Group. Si bien los consumidores buscan aventura y placer en los alimentos, la salud ya no es secundaria al gusto. La pandemia ha exacerbado la prioridad de los consumidores en alternativas saludables, nutritivas y sostenibles que aún brindan la misma experiencia de sabor e intensidad.
En el mercado postpademia, las personas buscan ingredientes funcionales, azúcares reducidos y alternativas saludables que ofrezcan alimentos y bebidas nutricionalmente avanzados que no escatimen en sabor. Entre las categorías dinamizadas están, por ejemplo, los refrigerios salados a base de vegetales, chips de lentejas, galletas saladas con semillas, papas fritas con proteínas, bocadillos bajos en sodio, prebióticas, refrigerios cetogénicos y carbohidratos.
Otra categoría atractiva es la confitería. Según Innova Market Insights, las marcas optan cada vez más por declaraciones de bajo contenido de azúcar en el paquete. Desde 2017, las declaraciones de bajo contenido de azúcar en los lanzamientos de nuevos productos de confitería han crecido un 21%, mientras que “reducido en azúcar” un 15% y «sin azúcar añadido» un 16%. Además, la firma indica que está aumentando el uso de azúcares alternativos, como miel, Stevia, coco, dátiles, agave y azúcares compatibles con ceto-paleo dieta, incluidos el eritritol o la fruta del monje.
Fuente: Food Navigator Fecha: 15-Febrero-2022
Implicaciones para Costa Rica
La crisis sanitaria generada por la pandemia de COVID-19 generó un mayor interés de los consumidores por su salud y el refuerzo del sistema inmune. Esto ha estimulado un mayor consumo de productos naturales, enriquecidos con vitaminas y minerales o funcionales que apoyan el bienestar. Sin embargo, la noticia anterior señala que los consumidores no están dispuestos a sacrificar sabor, es decir, que exigen de los fabricantes propuestas atractivas que generen un balance en términos de sabor y aporte nutricional. Por otra parte, es claro que los alimentos representan para muchas personas una “válvula de escape” ante el estrés cotidiano, lo cual ha dinamizado esta categoría de productos indulgentes.
Resulta importante que las empresas costarricenses analicen las macrotendencias actuales de consumo postpandemia. Recientemente, PROCOMER publicó el estudio de mercado “Tendencias e innovaciones en la industria alimentaria 2022” en donde, entre otras vertientes, se señala a la indulgencia alimentaria como un dinamizador claro de valor agregado actualmente.
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