Desde hace varios meses con el golpe de la pandemia se habla de la reconfiguración de las cadenas. Algunos hablan de las cadenas de valor y otros de las cadenas de suministros. Estas dos cadenas, aunque sean del mismo bien o servicio son muy diferentes y en las condiciones actuales las que se van a reconfigurar son las cadenas de suministros no las de valor.
El principal objetivo de las cadenas de suministros es lograr un flujo continuo de producto entre los diferentes eslabones de la cadena hasta llegar al consumidor final. Este flujo debe tener las condiciones de calidad, trazabilidad, precio, volumen, entre otros que son el mínimo necesario para que se pueda participar dentro de una cadena de suministro. Por el otro lado, las cadenas de valor lo que determinan es dónde, cuánto, cómo se genera y distribuye el valor en los diferentes eslabones de las cadenas. Es un tema de generación y apropiación de valor (aquello que el consumidor asume como valor y por lo tanto está dispuesto a consumir).
Costa Rica lo ha hecho muy bien en la participación en cadenas de suministros. Vale con revisar los estados de las exportaciones y de ciertos sectores estratégicos, así como la importación de productos intermedios para su reexportación. Se tienen sectores que apoyan al desarrollo del país como el de ciencias de la vida, manufacturas, agroindustria, servicios tecnológicos y el agro. Esto ha sido un trabajo importante por muchos años de las diferentes instituciones participan para su apoyo como por ejemplo CINDE, PROCOMER y COMEX.
En el tema de la participación en las cadenas globales de valor Costa Rica la mayoría de las cadenas globales de valor en las que participamos nos mantienen en la parte baja de la “U” de generación de valor. Este punto es el que menos valor agrega a los productos. Muchísimas de nuestras empresas lo que finalmente hacen es tomar una importación intermedia, transformarla en algún sentido y volverla a exportar. ¿Eso es generación de valor?, si, si lo es. Pero no es alto valor agregado. Es importante acá separar lo local de lo global. A nivel local esa agregación de valor puede ser significativa en el sentido del tipo de recursos que se utilizan, pero a nivel global no cambia la distribución del valor en la cadena global de valor.
Sin embargo, hay algunas empresas que han logrado agregar harto valor agregado a sus productos y servicios y traer al país no solo importaciones intermedias sino procesos productivos nuevos y con esto lograr generar escalamientos (upgrading) hacia adelante, integrando algunos nuevos procesos productivos y mejorar los procesos de innovación y sofisticación de los negocios en el país.
Sin querer entrar en detalles para aquellas personas a las que no he logrado explicarme les recuerdo los estudios de la cadena de valor del iPhone y observen como ha cambiado la configuración de la cadena de suministros y como ha cambiado la configuración de la cadena de valor. El valor real del iPhone está en Estados Unidos de América y el ensamble está en China.
Es importante que el país aproveche la relocalización de las cadenas de suministros para pujar por la relocalización de los procesos dentro de estas cadenas que mayor valor pueden generar.
Estos tiempos nos traen una oportunidad para ganar espacio en las nuevas configuraciones de las cadenas de suministros, debemos tomarla. Debemos apoyar el esfuerzo de la institucionalidad CINDE, PROCOMER con el liderazgo de COMEX para buscar las oportunidades y demostrar que nuestras ventajas competitivas bien valen la pena utilizarlas y pagarlas.
Pero también debemos pensar en el futuro y determinar que parte de la cadena de valor en que queremos estar y desarrollar. Esto obliga a la comunicación, discusión y articulación de los actores sociales para definir los espacios en los que podemos tomar ventaja.
Los procesos de formación, la certificación de destrezas son un camino, podemos también apoyar graduar muchos profesionales en carreras STEAM. Pero también debemos desarrollar entre todos programas de aceleración de proveedores, estos unidos (sí y sólo sí) a las necesidades de la industria que estará en crecimientos mundial dentro de 5 o 10 años. Apoyados por un sistema financiero que sea tomador de riesgo en conjunto con los empresarios.
Una iniciativa como esta llama a la coordinación, la articulación, la negociación, el flujo de información y productos, la innovación, las relaciones laborales, la gestión de los desechos, manejos y acceso a recursos financieros, en fin, llama al desarrollo de cadenas de valor a lo interno del país para poder integrarnos a procesos y eslabones de mayor valor en las cadenas globales de valor. Todo esto amalgamado en un plan para la promoción y transformación del aparato productivo nacional.
Sobre Guillermo Zuñiga
Guillermo es el Director de Encadenamientos. Ph.D en Economía del Desarrollo, Cadenas de Valor, Agronegocios y Comercialización de la Wageningen University en Holanda. Tiene amplia experiencia en materia de encadenamientos y programas de generación de empleo.
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