
La tendencia de una alimentación más saludable a nivel mundial está teniendo impactos positivos en las ventas de productos orgánicos (sin insecticidas, ni fertilizantes químico-sintéticos). Este mercado es uno de los más dinámicos a nivel mundial, tanto en la producción como a nivel de ventas minoristas. Según la encuesta reciente “El mundo de la agricultura ecológica”, realizada por el Instituto de Investigación de Agricultura Orgánica (FiBL), las ventas minoristas de productos orgánicos han seguido creciendo en todo el mundo y alcanzaron un máximo histórico en 2020. Por su parte, datos de Euromonitor International señalan que países de América Latina presentarán un crecimiento del 29% (2021-2026) en el consumo de productos orgánicos, considerados innovadores utilizando color y etiquetas limpias.
Los productos orgánicos son vistos como más saludables y sostenibles y pueden aumentar el atractivo de los productos. Las regulaciones orgánicas presentan prácticas que mantienen el equilibrio ecológico y restringen el uso de ciertos pesticidas y fertilizantes. Muchos mercados requieren que los productores obtengan una certificación especial para describir a los productos como orgánicos.