Aún cuando los sabores pueden ser producidos por la transformación química de sustancias naturales, los productos resultantes no pueden legalmente ser etiquetados como naturales. Por otro lado, la producción de sabores naturales por extracción directa de las plantas también está sujeta a varios problemas, estas materias primas a menudo contienen poca concentración de los compuestos deseados, haciendo que la extracción sea costosa.
Además, su uso depende de factores difíciles de controlar como las condiciones climáticas y enfermedades de las plantas. Las desventajas de ambos métodos y el creciente interés en productos naturales han dirigido muchas investigaciones en busca de otras estrategias para producir sabores naturales, una ruta alternativa para la síntesis del sabor se basa en la biosíntesis microbiana o bioconversión.
Esta capacidad puede ser utilizada de dos maneras:
1. Generación de sabores in situ, como parte integral de los procesos de producción de alimentos (queso, yogurt, cerveza, vino) que determina las características organolépticas del producto final.
2. Cultivos microbianos, diseñados específicamente para obtener aromas compuestos que pueden aislarse y usarse posteriormente como aditivos en la fabricación de alimentos. Esta estrategia permite que los sabores obtenidos puedan ser etiquetados como naturales.
Fecha: 13-julio-2018 Fuente: Énfasis Alimentación
Implicaciones para Costa Rica
El consumidor actual busca cada vez más alimentos elaborados a partir de ingredientes naturales y con la menor cantidad de conservantes y saborizantes de síntesis química, lo cual influye en las formulaciones que los fabricantes ofrecen a sus consumidores. La búsqueda por reducir su uso tiene repercusiones en el cumplimiento de las normativas de inocuidad tanto a nivel nacional como internacional, lo cual representa un reto que todavía se debe superar.
Para la industria alimentaria costarricense el desarrollo de sabores y aromatizantes naturales mediante aplicaciones biotecnológicas representa una gran oportunidad de innovar y utilizar diferentes insumos para aumentar el valor agregado de sus productos. Es fundamental, que las empresas costarricenses se acerquen a los diferentes centros de investigación público-privados, de forma que puedan apoyarles en el desarrollo de este tipo de soluciones.
Acumulado al primer semestre de 2018, Costa Rica realizó exportaciones de mezclas y sustancias aromatizantes para la industria alimentaria por un monto de 1,5 millones de USD, a países como Cuba (19%), Estados Unidos (16%) y Nicaragua (15%).