Alimentos con beneficios emocionales

Aumentarán las propuestas de productos que aporten beneficios emocionales, calmen, reconforten o mejoren el humor. Se contemplarán frutas, verduras, cereales, semillas, hierbas, especias, plantas medicinales.

La textura será de vital importancia

La relevancia de los estímulos visuales dará paso a que el sonido de los alimentos y su textura se posicionen como una tendencia dominante en las nuevas formulaciones de los alimentos. Bebidas que podrán masticarse, helado y galletas con elementos que estallan en la boca o crean contrastes atrevidos. Pulpa en las bebidas, trocitos de fruta en postres, dosis más elevadas de gas carbónico, mayor densidad en los refrescos o perlas de tapioca en algunos productos son algunas de las tendencias que se prevén para el próximo año.

Promociones personalizadas

La compra online se moderniza con aplicaciones de voz que permiten ahorrar tiempo y adaptarse a todo tipo de situaciones a la hora de hacer el pedido. Entregas eficaces y alianzas poderosas entre plataformas de venta y gigantes tecnológicos (Amazon con Whole Foods Market o Walmart con Google) permitirán el acceso a promociones personalizadas.

Kits para planificar comidas y consumir sin desperdiciar alimentos

Cajas que contengan todo lo que necesita el consumidor para hacer la comida, en las cantidades que necesitan, es una tendencia que cobrará importancia en el 2018.

Implicaciones para Costa Rica

Resulta importante que los exportadores costarricenses del sector alimentario se mantengan actualizados sobre el comportamiento de las tendencias de consumo, especialmente aquellas de un ámbito global que resultan aplicables a los principales mercados.

En este sentido, las tendencias señaladas en la noticia anterior se enmarcan un entorno de mercado ya consolidado en donde el consumo se orienta hacia opciones saludables y prácticas, que han impulsado a la industria a generar propuestas atractivas en línea con atributos naturales, orgánicos, armoniosos con el ambiente y beneficiosos para la salud.

En esta línea, las certificaciones orientadas a temas ambientales, orgánicos, nutricionales, trazabilidad o inocuidad de los productos resulta de especial importancia como elementos de valor que aprecian y demandan los consumidores. Es recomendable que el sector exportador costarricense impulse la obtención de certificaciones que le permitan competir en mercados desarrollados y, aún más específico, en segmentos de alto valor agregado y exigencias.

En 2016 la industria alimentaria costarricense exportó $1.555 millones hacia un total de 100 mercados. Estados Unidos representó el principal comprador (13%), seguido de Guatemala (11%), Nicaragua (11%), Panamá (11%), México (9%) y Holanda (9%). Acumulado a octubre de este año, el sector ha comercializado $1.382 millones.