La empresa Ananas Anam desarrolló Piñatex, un tejido alternativo al cuero y que ha impulsado la economía local de diversas comunidades empobrecidas de Filipinas, el tercer productor de piña del mundo. Con una facturación de 275.000 libras esterlinas ($346.908), es el único distribuidor y fabricante de este material, en el país asiático.

Tras el mango, la piña es la segunda fruta tropical de mayor producción mundial con más de 25 millones de toneladas. Por cada 16 unidades se acumulan casi 500 hojas, según los cálculos de Ananas Anam. Esto equivale a un metro cuadrado de Piñatex. “Hemos creado una industria que era inexistente, usando métodos industriales de bajo impacto para dar un mayor valor a la vida de los agricultores”, apunta. El resultado es un material suave y flexible, pero muy duradero y que se aplica al calzado, ropa, accesorios de moda, mobiliario de interiores y tapicería para automóviles. La compañía, fundada en 2013, se encarga de la extracción y el tratamiento de la fibra de la hoja de la piña en Filipinas y de su traslado hasta Barcelona, donde se lleva a cabo el proceso de acabado. El metro lineal de producto ronda los 50 euros ($57).