Ante el aumento de las medidas para contrarrestar los efectos y temores sobre el coronavirus, el uso tecnologías de ozono se ha convertido en un aliado de los exportadores en el comercio internacional, toda vez que su utilización esteriliza la carga y mitiga la propagación del virus.

Según Christian DeBlasio, presidente y director general de la empresa, esta tecnología de ozono se utiliza en atmósfera controlada para frutas y hortalizas frescas en contenedores frigoríficos que se transportan por mar. Los viajes en barco pueden ser largos, desde 7 días hasta 50, y durante ese tiempo, la atmósfera controlada detiene la maduración de la fruta, reduce al mínimo la descomposición y mantiene la fruta fresca durante el tránsito.