Por todo ello, la implantación de este tipo de soluciones se ha convertido en una prioridad para las empresas del sector. Gracias a ellas, es posible tener una buena capacidad de reacción ante cualquier imprevisto y proteger al cliente, dándole mayor confianza, y también a la propia marca.
Muchas empresas dedicadas a la alimentación tienen que enfrentarse al desafío de la transformación digital. En la mayoría de las ocasiones no saben cómo adoptar las nuevas tecnologías a sus sistemas de producción y distribución, además de desconocer cuáles son las principales ventajas que les puede aportar. La inversión en I+D+i aumenta lentamente entre las empresas del sector, que prefieren apostar por el desarrollo de nuevos productos antes que mejorar los procesos de negocio.
El sector alimentario afronta la necesidad de aprovechar al máximo las posibilidades del nuevo entorno digital. La satisfacción del cliente es el principal objetivo y para ello es necesario recurrir a estas herramientas de trazabilidad con el fin de mantener los más altos estándares de calidad en todas las fases de producción. Y es que, si el sector alimentario quiere mantenerse y consolidarse como potencia económica, debe apostar por esta cuarta revolución industrial. Tener procesos de producción más eficientes, con sistemas de control mucho más sencillos y efectivos, permitirá a las empresas tener una mayor rentabilidad y, en definitiva, dedicar todos sus esfuerzos a desarrollar su actividad y crecer en el mercado.
Acumulado a octubre 2016, las exportaciones del sector alimentario alcanzaron los $1.299 millones, y se posicionó como el tercer sector en importancia para los envíos costarricenses. Dentro de los principales destinos de exportación para este sector se encuentran Estados Unidos (13%), Guatemala (11%), Nicaragua (11%) y Panamá (11%).
Para los empresarios costarricenses del sector es de vital importancia mantener al consumidor de su marca informado sobre cuales son los procesos que se llevaron a cabo en la ejecución del producto y con esto crear un vínculo de confianza y transparencia. Como se ha mencionado en alertas anteriores, el consumidor actual inclina su compra hacia aquellos productos que le generen bienestar y equilibrio en su salud y en el medio. Es por esta razón que los exportadores del sector alimentario deben procurar ir un paso adelante en este ámbito.