
A medida que los hábitos dietéticos cambian rápidamente y aumenta la disposición de los consumidores a probar nuevos productos ricos en proteínas, los insectos comestibles están ganando más interés en toda Europa, señala Alice Grassi, gerente de comunicación de la Plataforma Internacional de Insectos para Alimentos y Piensos (IPIFF). Aunque aumentar el consumo de países occidentales aún puede ser un desafío.
Los consumidores en la Unión Europea (UE) están cada vez más familiarizados con los gusanos de la harina y los grillos, ya que hay mayor disponibilidad de productos alternativos de proteína. De acuerdo con IPIFF, en el futuro próximo se tendrán más alternativas de alimentos nutritivos y sostenibles con base en estos insectos, ya que se busca la autorización para comercializar formulaciones congeladas y liofilizadas del gusano de la harina menor (Alphitobius diaperinus) y grillo casero parcialmente desgrasado (Acheta domesticus). “Cuantos más productos de insectos comestibles se puedan encontrar en nuestros supermercados y restaurantes, más europeos podrán descubrir diferentes recetas y sabores en su dieta y comprender sus beneficios ambientales y nutricionales”, subraya Grassi.