Con el objetivo de reducir al mínimo los efectos negativos de la generación de los residuos en la salud humana y el medio ambiente el gobierno español ha lanzado nuevas políticas en materia de Economía Circular, de la mano con el cumplimiento de la agenda 2030 y los objetivos de Desarrollo Sostenible, dentro de estas se encuentra la actualización de la ley 7/2022, del 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular. Dentro de lo indicado en esta ley se encuentra la imposición de un impuesto de 0,45 euros por kilogramo de plástico no reciclado que se encuentre en los productos, inclusive en productos importados.
Los primeros 12 meses siguientes a la aplicación del impuesto se permitía acreditar la cantidad de plástico no reciclado contenida en los productos que forman parte del ámbito objetivo del impuesto mediante una declaración responsable firmada por el fabricante, sin embargo, debido a que el impuesto entró a regir el 1 de enero de 2023, en 2024 esta deberá ser certificada mediante una entidad acreditada para emitir certificación al amparo de la norma UNE-EN 15343:2008. Todos los artículos, así como los productos regulados los puede encontrar en el siguiente documento. Para conocer la Ley 7/2022 del 8 de abril puede visitar el siguiente enlace.
Implicaciones para Costa Rica
En la actualidad, los consumidores, actualmente, están cada vez más interesados muestran un interés creciente no solo en la calidad del producto, sino también en el diseño y la presentación del empaque. Además, el aumento del interés creciente por parte de la población y las autoridades europeas en cuanto al impacto ambiental ha llevado al impulso de iniciativas, tal como las mencionadas en la alerta. Esta tendencia está en alza debido a la creciente conciencia de los consumidores respecto a la contaminación y daño ambiental ocasionado por el empaque o embalaje que se descarta una vez adquirido el producto.
Este aumento del interés en la sostenibilidad ha llevado a que un número cada vez mayor de personas opten por alimentos con menos embalaje o elijan alternativas recicladas. Esto, sumado a las regulaciones establecidas por las autoridades, conllevará a que los exportadores del sector alimentario tengan que reconsiderar el diseño de los envases de manera eficiente y respetuosa con el medio ambiente, con el fin de prevenir impactos negativos en el entorno y en sus beneficios económicos. PROCOMER elaboró una guía informativa sobre la normativa la cual se encuentra disponible en este enlace.
Basándose en esta Noticia, ¿en que nivel recomendaría este servicio a otros exportadores
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