• En un sector dominado por hombres, Seilyn Jiménez creó una oportunidad a partir de una crisis de productividad del café.

San José, 27 de febrero de 2025. En las montañas de San Carlos de Tarrazú, Costa Rica, donde la tradición cafetalera se transmite de generación en generación, nace la pasión de Seilyn Jiménez por el grano de oro y su conocimiento del sector fue lo que le permitió liderar la transformación de Abuelos Café y lograr exportar a Alemania, Corea y Estados Unidos.

“Hace cinco años había baja productividad, las matas de café estaban viejas, el suelo estaba desgastado. Entonces me quedé pensando qué podía hacer para devolver la fertilidad a la tierra y tuvimos que empezar de cero. No solo en el cafetal, también en materia administrativa. Busqué ayuda y capacitaciones para poder aprender, una y otra vez”, recuerda Seilyn Jiménez, Gerente de Abuelos Café.

Con la firme intención de crear un negocio sostenible y familiar, Seilyn transformó la antigua empresa en Abuelos Café -en honor a los cuatro abuelos de sus hijos-, un proyecto que nació bajo su liderazgo y con el esfuerzo conjunto de su familia.

Para ella, el café no es solo un cultivo; es una forma de vida, un lazo familiar y un sueño hecho realidad.

Desde su infancia, Seilyn estuvo rodeada por cafetales, aprendiendo cada secreto del proceso, desde la siembra hasta la comercialización. «En la zona donde vivimos, el café es la esencia del lugar, toda gira en torno a él», relata. Su experiencia ha abarcado casi toda la cadena de valor del café: desde la recolección, producción, beneficio, hasta la comercialización, aunque siempre con el deseo de adentrarse en nuevas áreas como la cata y el barismo.

Pero su historia no solo es de conocimiento y trabajo arduo; también es de visión y resiliencia. Aunque se desarrolla en un sector que, históricamente, ha sido dominado por hombres, ella siempre estuvo involucrada en el negocio y proceso del café desde su juventud, y fue una crisis la que hizo que tomara las riendas de la empresa familiar.

El camino no ha sido fácil. Como muchas mujeres emprendedoras en el sector agrícola, Seilyn ha enfrentado desafíos, pero su determinación la ha llevado a superar cada obstáculo. Su enfoque ha sido claro: aprovechar las oportunidades, innovar y aprender constantemente. «La gente a veces cree que es más difícil de lo que realmente es. No es fácil, pero hoy en día hay más acceso, más tecnología y más apoyo para crecer. Además, todas podemos lograr lo que nos proponemos, está comprobado que un negocio en manos de mujeres es más próspero y rentable», reflexiona.

El proceso que inició hace cinco años a través de capacitaciones y asesoría de entidades como la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER), el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), el Ministerio de Agricultura y Ganadería y de Economía, Industria y Comercio (MEIC), y la Cámara de Comercio; ya están dando sus frutos. Abuelos Café exporta café verde a Alemania, Corea y cuatro estados de los Estados Unidos; así como café tostado a Nueva York y Nueva Jersey. Además, a nivel administrativo, “tiene la casa en orden”.

El siguiente paso en su travesía es consolidar la internacionalización de su café y posicionarlo como un producto de alta calidad en mercados especializados. «Quiero que la gente conozca nuestra historia, nuestra pasión y el amor que ponemos en cada grano de café».

El caso de éxito de Seilyn Jiménez no solo inspira a otros productores, sino que también demuestra que el sector cafetalero sigue evolucionando gracias a mujeres visionarias que transforman la tradición en oportunidades. Su historia es un recordatorio de que, con pasión, y trabajo, es posible cosechar grandes logros.